La mercancía más preciosa
La plus précieuse des marchandises
En el corazón helado de Europa, en plena Segunda Guerra Mundial, la maquinaria nazi avanza sin piedad, despojando a millones de personas de sus derechos, sus hogares y, en muchos casos, de sus vidas. Es en este contexto de horror donde surge una historia mínima, casi invisible para los libros de historia, pero inmensa en su valor humano.
Una familia judía, como tantas otras, es detenida y deportada rumbo a Auschwitz. A bordo de un tren de ganado, comprimidos entre el miedo y la desesperanza, el padre toma una decisión imposible: arrojar a su hija recién nacida por una rendija del vagón, hacia la nieve. No es una huida. Es un último acto de amor. Consciente del destino que les espera, confía en que el azar, o quizás la bondad de algún desconocido, pueda darle a su hija la vida que a ellos les están arrebatando.
Esa niña es encontrada por una pareja de leñadores que sobrevive en condiciones precarias, lejos del bullicio de las ciudades y del alcance de la guerra. Son gente sencilla, marcada por la necesidad y la rudeza del entorno. Sin embargo, al hallar a la pequeña, no dudan. La acogen, la esconden y la crían como suya, pese al enorme riesgo que esto representa en un régimen donde ayudar a un judío se paga con la muerte.
